Debido a su problema de abstinencia con el alcohol, Luis fue hospitalizado y fuimos a cuidarlo:
"El tiene problemas para conciliar el sueño. Logró dormir cuando me puse a rezar el Rosario en voz alta (¡ternura de la Madre! se durmió en sus brazos). Mientras descansaba, sólo podía ver en él el cuerpo machucado de Jesús, herido, flagelado…Más de una vez durante la mañana me dijo “tengo sed”: las mismas palabras de Jesús en la Cruz. ¿Cuántos sedientos tirados en las camas de los hospitales, solos, sin compañía, sin afecto, sin ternura, sin amor, sin mamá? ¿Cuál es nuestra misión sino dejarnos consumir por ese otro Amor reconociendo en los que sufren el Cuerpo y la Sangre de Jesús, porción de Jesús, parte de Jesús?... Ofrecernos, extinguirnos siendo ofrenda viva."