Hola, mi nombre es Maximiliano Pra, tengo 27 años, nací en la localidad de Laboulaye – Córdoba, donde actualmente resido. Soy Ingeniero Industrial, graduado de la Universidad Tecnológica Nacional regional Córdoba. Actualmente participo y sirvo en las diferentes actividades propuestas por la Parroquia Jesús Redentor de la localidad de Laboulaye (decanato sur Rio cuarto – Córdoba). Tuve las gracias de poder participar en diferentes grupos dentro de mi queridísima Iglesia católica, en los cuales fui conociendo diversos carismas y personas maravillosas. Mi vocación por la misión, es algo que me acompaña desde la infancia, recuerdo pasar vacaciones de verano e invierno junto con mis papas entregando parte de nuestro tiempo al servicio de aquellos que más lo necesitaban. Sin ser consciente del impacto y las huellas que estas experiencias iban a dejar en mi vida. Transcurrí mi etapa de estudiante con buenas y malas, y durante un largo tiempo le di la espalda a Jesús, pero Él se encargó con mucho amor y ternura de recordarme donde había que poner la mirada para poder ser realmente feliz. Conocí la obra de Puntos Corazón hace 2 años (por una amiga que había hecho una pequeña experiencia de misión), su testimonio y convicción me llevo a acercarme a este movimiento y comenzar a conocer un poco más esta hermosa locura de dejar todo por seguir a Jesús a lugares que jamás había pensado. Luego de hacer la experiencia del “Ven y Veras” pude comprender la importancia de buscar el rostro de Jesús vivo en aquellos que están marginados o como dice “Francisco” salir a las periferias, decidí que era el momento de comenzar este camino de conocer a fondo de que se trataba el carisma de la compasión y consolación. Luego de un año, de experimentar y conocer un poco más este carisma, y luego de que el señor me recordara varias veces que “ese” es el lugar donde me necesita, he decidido dar el siguiente paso. Desde el momento que pude dar el “SI” una alegría y una fuerza brotan de mi corazón, estos regalos que el señor nos permite saborear cuando nos abrazamos a su voluntad nos dan la fuerza necesaria para que ese “Si” sea sostenido con amor en el tiempo.
Quiero contarles que fui el primer sorprendido con el destino que el señor pensó para mí, y que hoy estoy feliz de poder decir que en Marzo de 2020 parto a Senegal a la casa de “Santa Mónica” en Dakar por 14 meses. Como esta misión la hacemos entre todos, los invito a que se sumen como padrinos de esta hermosa locura de amor y que juntos podamos ofrecerle a los más afligidos un poco del amor y la alegría que Jesús nos ha regalado. Rezo por cada uno de ustedes y por su generosidad. Juxta crucem tecum stare