De Florencia de misión en Cuba:
Alan va al colegio y vive ahí durante toda la semana. Cuando sale viene directamente a casa a rezar el rosario con nosotras. La primera semana de mi llegada fue su cumpleaños y como regalo fuimos a un parque de diversiones. Ver la sonrisa en aquel chico, me llenó el alma y su abrazo me hizo sentir querida. Él apreciada que estuviera ahí jugando con él, a pesar que recién me conocía, pero esos abrazos, Dios mismo me los estaba dando para que me sintiera segura y querida en estas nuevas y lejanas tierras para mí.
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