Milena llegó hace un mes, sin hablar casi nada de español, pero como estudia muchísimo ya puede comunicarse un poquito. A veces el no saber hablar es una gracia que nos acerca a los más pequeños. Para que ella pueda interactuar más, hemos salido mucho a jugar en la calle o visitar casas donde hay niños con quienes jugar ¡Para ellos es genial! Jeremy se inventó una sopa de letras de papel solo para Milena, y con su hermanita Isabella le explicaron toda la historia de Costa Rica que están aprendiendo en la escuela. Los niños son los mejores anfitriones y los maestros más naturales.
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