De Leonel Lefevre, en Valparaíso-Chile
Con Mimí estoy compartiendo mucho tiempo, ya que se ofreció a lijar y pintar las rejas del frente conmigo, pero un día, tuvo un gesto que nos llenó de amor a todos en la casa. Estábamos lijando las rejas con una máquina que no daba muchos resultados y para lijar un solo barrote estábamos varias horas y terminábamos muy cansados. Un día llega él con una máquina especial para lijar, la había comprado con un solo motivo: ”vamos a dejar el Punto Corazón muy lindo, y cuando vengan otros misioneros y pregunten quien pintó las rejas les voy a decir que las pinté junto con el tío Leonel” y junto con los chicos, descubrimos con este gesto qué tan importante puede ser la presencia de Puntos Corazón, de Dios, en la vida de un joven de este barrio.
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