Alfonsina, la mamá del Punto Corazón en La Ensenada es una persona que antes de la pandemia no faltaba nunca a misa, ningún día de la semana. El pasar seis meses sin recibir a Jesús ha aumentado la sed de su presencia en su interior, la sed de recibirlo en su corazón. Un día nosotros estábamos en misa -pues tenemos la gracia y el regalo de poder celebrarla-, y escucho un ruido en la ventana de la capilla que da a la calle; era ella con su protector facial contemplando con tanta devoción y fervor la Santa Misa. Yo allí note que merecía su Presencia más cerca, entonces la invité a pasar y a terminar la celebración junto con nosotros. Al término de la misa pude aprender de ella, pude vislumbrar el sentido de la vida que muchos perdieron en este tiempo por su alejamiento de la comunión, también impulsándome a imitarla en eso. Por su amor con sus hijos en cada gesto me hace sentir que le debo algo de todo lo que nos da.
top of page
bottom of page
Comments